The New Yunque Times

octubre 21, 2006

De la televisión y comida para perros


Detesto esa gente que se dice amantes de los perros y que por esa misma razón someten a los animales a una dieta no solo espartana sino inanimala.

Gracias a que disfruto de un periodo vacacional de dos semanas y a que no tengo un centavo en el bolsillo para salir de viaje, llevo cuatro días recostado sobre el sillón de mi sala viendo televisión decidido a realizar un estudio a fondo sobre este medio de comunicación masivo que entre otras lindezas ha idiotizado a la niñez mexicana con programas infantiles como Chespirito y a convertido a los adultos en peleles sin capacidad de juicio critico alguno, mismos que han llegado al grado de creer que realmente la elección la hicimos todos o que México estaba en guerra igual que en el Líbano o Irak y necesitaba la paz.

En estas primeras 96 horas de televisión, muchas cosas llaman mi atención pero sobre todo los comerciales. Y en especial los que anuncian comida para perros.

Hay que reconocer que estos señores son realmente muy inteligentes (los que fabrican la comida, no los dueños de los perros) ya que al ser imposible comunicarse con un perro por medio de una pantalla de plasma (como es el caso del aparato que tengo en casa) usan una técnica que seguramente fue desarrollada por los nazis y dirigida a los dueños de las mascotas; de esta forma, mediante el diabólico aparato, con un tono dictatoria e impositivo, un actor a cuadro, acompañado de un perrote, te dice: “TU CACHORRO NECESITA PEDIGREE”

Inmediatamente después, este mismo actor quien parece haber alcanzado el nirvana de la felicidad, ya que se la pasa riendo sin razón aparente durante todo el comercial, te explica: que si tu perro es un campeón,... que si a tu perro no se le caerá el pelo como a ti,... que si tu perro va a cagar a toda madre,... y, prodigándole mas caricias al animal de las que yo podría prodigarle a Eva Longoria en una noche de pasión, te dice con un tono que suena a chantaje sentimental, que "si quieres" a tu mascota, lo único que debes de darle de aquí en adelante y para el resto de su existencia es PEDIGREE.

Contraviniendo la ortodoxia de estos comerciales he acostumbrado a mi pero a comer de todo, si yo como jamón, él come jamón; si yo le entro a las salchichas, él le entra a las salchichas; si yo me empaco un pollo de Kentucky, él se come los huesos; y cuando la quincena se termina (por hay del día 18) y yo no tengo para estos lujos, igual que miles de Chiapanecos y Oaxacos que viven en miseria extrema, yo regreso a los frijoles, chile molcajeteado y tortillas de maíz y mi perro al PEDIGREE.

A ninguno de los dos nos gusta esta ultima opción, yo me como los frijoles porque no me queda de otra, pero mi perro, que además de ser un amor, bonito como una estopa de mecánico, fiel compañero y muy juguetón, es también un autentico hijo de puta que prefiere no tragar a comerse las pinches croquetas PEDIGREE; lo he visto desvanecerse de hambre en medio de la sala mientras juego con él, pero las pinches croquetas nomás no se las traga.

Lo que me orilla a cuestionar el porque ese actor de la televisión las recomienda tanto como si fueran la gran maravilla, ya que si así fuera mi perro se las jambaría sin chistar, pero no es así. ¿¡La televisión nos estará mintiendo!?

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